martes, 1 de febrero de 2011

Un cielo azul.

El cielo a simple vista en un día despejado de invierno como lo es hoy aparece de un profundo color azul. Eso se debe a un efecto conocido como Dispersión de Rayleigh.
Como el cielo está limpio las partículas en suspensión son extraordinariamente pequeñas. La ley de dispersión de Rayleigh dice que esa dispersión debe estar relacionada con la longitud de onda de la luz y el tamaño de las partículas con las que "choca". En esta situación la longitud de onda que mejor se dispersa es la que corresponde con el color azul y además según Rayleigh lo hace por igual en todas las direcciones. El tercer factor en esta ecuación es el ángulo en el que incide la luz, por eso en el atardecer la luz varía hacia el rojo.
¿Porqué entonces en zonas de costa o en días de bochorno el cielo se ve blanquecino?
En esos días hay una gran concentración de pequeñas gotas en suspensión, estas gotas son sensiblemente mayores que las que generan el efecto Rayleight, unas diez veces mayores, no dispersan la luz sino que la difunden como si pusieramos una tela ligera frente a una bombilla. Este efecto se llama efecto Mie.
Saber porqué ocurren las cosas no las hace menos hermosas pero quizás más interesantes.
John Strutt tercer barón de Rayleigh fue un físico ganador del premio nobel en 1904.
Gustav Mie fue un físico alemán nacido en 1869.

Un saludo.

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