miércoles, 6 de julio de 2011

Superman y la política.

Hace tiempo en una película se hablaba sobre Superman. En aquella escena se especulaba sobre como Superman había nacido siendo El Hombre de Acero. No era un disfraz sino su auténtico yo puesto que era un extraterrrestre viviendo entre nosotros. Es decir para pasar desapercibido debía disfrazarse de humano.
¿Cual era su disfraz? Un hombre tímido, cobarde y lleno de inseguridad. Que desea no hacerse notar e incapaz de expresar sus sentimientos y convicciones con seguridad. Así se hace pasar por humano. Clark Kent es la imagen de los humanos que tiene Superman.
Así nos ve él.
En la política es muy difícil llegar al más alto nivel. Los grandes políticos se forjan a lo largo de décadas y sólo llegan los mejores. Si es así... ¿por que no lo parecen?
Los líderes deben ser sobre todo inspiradores, ser un reflejo de lo mejor del ser humano. En estos tiempos sin embargo asistimos a un ejemplo de todo lo contrario. Nuestros políticos aparecen como personajes vacíos de cualquier contenido, sin una moral clara, oportunistas y con un lenguaje cada vez más pobre. Pero sería absurdo pensar que los más mediocres son los grandes triunfadores de la clase política. Entonces la pregunta es otra. ¿Si realmente son personas trabajadoras y brillantes porque se esfuerzan tanto en no parecerlo?.
Porque para un político la culminación de su carrera es conseguir el poder, es así como puede llegar a cambiar su mundo, la sociedad en la que vive.
Pero para conseguirlo debe obtener el favor del pueblo. Si el lenguaje usado es demasiado culto, los contenidos son densos, las propuestas exigentes con el pueblo... ¿Qué ocurriría?
Pues que a los cinco minutos cambiaríamos de canal, no nos engañemos. Redes no es el programa más visto de la televisión, los españoles no leen libros y mucho menos escriben sobre política, economía, ciencia o sociología.
De esta forma los político de alto nivel rebajan el discurso porque así llegan a mas personas.
Saenz de Santamaría no usa grandes argumentos, se limita a parecer indignada tanto tiempo como sea posible porque así llega a más gente, es mejor parecerse a Belén Esteban que parecer brillante. Esta mujer es mucho más capaz de lo que da a entender, estoy seguro de ello aunque no la conozco. Como ella hay políticos en todos los partidos de gran presencia mediática.
Personas que se esfuerzan en parecer indignados pero sin argumentos, sin ideas desafiantes, sin inspirar un futuro de colaboración. Porque así ven a sus electores.
Un grupo de gente sin ganas de implicarse, sin iniciativas ni interés en cambiar su mundo. Con poco interes en usar un lenguaje culto y elegante. Sin conocimientos ni ganas de pensar mucho en nada.
Nuestros políticos nos imitan para llegar a nosotros.

¿La culpa es suya o nuestra?

Un saludo.

lunes, 4 de julio de 2011

Transformers 3: Lado oscuro de la Luna.

Tras la grosera pero impactante segunda parte de esta trilogía la posibilidad de una recopilación aún mayor de chistes soeces y personajes llenos de clichés sexuales y raciales parecía inminente.
Por suerte no ha sido así.
Esta tercera parte deja a un lado el humor "Torrente" de la segunda aunque conserva algo de este humor tan habitual de Bay. Se centra sobre todo en lo que es el punto fuerte de la franquicia, robots gigantes golpeandose a muerte. Esta es su gran baza y su mayor punto débil, cuando muestra la guerra es magnífica y completamente demoledora.
Michael Bay es un auténtico enamorado del ejército USA y además el sentimiento es mutuo. En sus películas aparece lo mejor del ejército, los mejores aviones y el equipo más moderno. Además es un gran director de acción y saca un partido excelente de esa habilidad.
Por ello la segunda mitad de la película es un carrusel de disparos, explosiones y escenas emocionantes. Si tenemos en cuenta que es a nivel técnico el mejor del mundo con permiso de James Cameron el espectáculo es apabullante. Creo que esta película, junto con sus anteriores, es un ejemplo perfecto de lo que puede conseguirse a nivel técnico.
Esto es la segunda mitad de la película.
La primera mitad es otra cosa, no contiene un hilo argumental claro, no entendemos como es posible que los autobots no se enteren de nada cuando llevan años observando nuestro mundo.
Se demuestra que Bay es incapaz de dirigir actores "reales" y sus personajes son una sucesión de estereotipos a cada cual más lamentable. Convierte a las mujeres en anuncios andantes y lo mismo daría que fuesen mudas. El único personaje femenino con algo de diálogo es caprichoso, infantil e imbécil.
John Malcovich aparece, pone dos muecas y desaparece con el cheque en el bolsillo. John Turturro que es un actorazo, lo mismo.
Se suceden los cortes narrativos y visuales, no se llega a conectar con ningún protagonista y aparecen como más reales los propios robots.
Es un auténtico ejemplo de dirección con falta de miras y capacidad. Hay capítulos del equipo A mejor dirigidos.
Pero claro después de 70 minutos espantosos estalla la guerra...y se nos olvida el mal trago.
Recomendable para cerrar el círculo y para darnos cuenta de que hoy por hoy la única barrera a la hora de mostrar algo en el cine es el dinero y el talento.
De lo primero a Bay le sobra todo, del talento pues depende de como se mire.

Un saludo.