jueves, 28 de mayo de 2009

Madam Butterfly opera en el cine



Hoy he visto una ópera por primera vez, la forma no ha sido la ortodoxa pues se trataba de una retransmisión en directo desde el teatro La Fenice de Venecia. La obra era Madama Butterfly y se ofrecía en los cines Yelmo en alta definición y con un sonido francamente bueno.
La obra pertenece al autor Giacomo Puccini y representa en tres actos la vida de una Gehisa (M. Butterfly) que tras casarse con un militar estadounidense de marina (B.F. Pinkerton) es abandonada por este con la promesa de volver.

Transcurridos tres años este vuelve casado con una mujer de su país para llevarse al hijo de ambos, que no conoce pues partió antes de su nacimiento, ella loca de dolor y completamente enamorada de el permite que se lo lleve y luego comete seppuku dando final a la tragedia mientras de fondo se oye a su marido gritando su nombre.
La puesta en escena es muy interesante, el escenario es un cubo de base inclinada completamente blanco, con paredes de tul y madera que recuerdan los paneles japoneses tan usados en su arquitectura tradicional.
Con abundantes cambios de luz y usando la transparencia de las paredes para insinuar la vida mas allá de la casa se conforma un marco siempre cambiante donde lo principal son los actores pues el decorado es casi inexistente, una mesa o un cojín a lo sumo.
La ópera en cuestión es muy accesible, la historia es simple y además conocida por todos en cualquiera de sus formas (hay mas de una película con temática similar) además la retransmisión contiene subtítulos en castellano además de un libreto que te entregan al entrar en la sala.
Como punto negativo, se ha cortado el sonido tres veces y los subtítulos en el final del primer acto han desaparecido, cosas del directo supongo yo, como positivo no había niños haciendo ruido y la imagen es magnífica así como la realización, clara sin efectismos y centrada en los actores en todo momento.
Un lujazo por 15 €, sobre todo si tienes en cuenta los 1
80€ que vale la entrada en directo, aunque claro, no es lo mismo.