martes, 4 de enero de 2011

Una razón más para amar la Coca Cola.

¿Recuerdas esa película ochentera en la que Tom Hanks se convertía en un hombre adulto de apariencia siendo sólo un niño? La más famosa escena era un baile sobre un piano gigante en una inmensa tienda de juguetes.
Pues resulta que el causante del milagro era una enigmática máquina llamada Zoltar.
El lugar sigue allí, con un toque de pintura y treinta años más viejo pero Zoltar...es otra historia.
Ahora es una máquina de Pepsi.
La magia es historia...como los ochenta.

Un saludo y feliz 2011.