Caza a la espía no es una película de espionaje sino un bastante acertado thriler político. Digo esto porque no es conveniente ir al cine con ideas preconcebidas sobre la clase de película que vas a ver o mejor dicho estando convencido, habitualmente por culpa de un avance, de cómo es la película por la que has pagado.El avance de caza a la espía lo representa como una película de suspense y ataque a una espía internacional. Realmente el protagonista es más el marido y la política estadounidense que la pobre Valerie, que es en realidad la víctima del asunto.
El matrimonio de una espía y un antiguo embajador se tambalea cuando este decide escribir una serie de artículos denunciando a la administración Bush por falsedad en el tema de las armas de destrucción masiva. La casa blanca intentará destruir a la pareja aireando la carrera de ella como agente encubierta.
La historia resulta interesante y huye de las típicas películas de espionaje tipo James Bond o Jason Bourne. Es más parecida a los tres días del cóndor donde una persona normal decide luchar contra la todopoderosa maquinaria gubernamental armado sólo con la verdad.
Doug Liman dirige con cierta frialdad la película, quizas buscando un tono más cerebral lo que no casa mucho con la trama. ¿Porqué enfrentarte a lo imposible si no es por pasión? Sin embargo Liman plantéa la pregunta al revés ¿no es lo más cuerdo decir la verdad ante el que sea, Agamenon o su porquero?.
Quizás es esa la mayor pregunta ¿merece la pena ser fiel de forma inflexible a tus criterios morales?.
Toda esa tensión implícita se pierde dentro del aspecto desapasionado que pinta toda la producción. La fotografía, repleta de grises y azules, ligeramente sobreexpuesta. Las actuaciones contenidas, a excepción del gran Sean Penn. Los largos silencias y la jerga técnica ayudan a conseguir ese aspecto.
Ahí es donde Liman demuestra que es competente y la película convence pero no enamora.
Resumiendo una buena película cerebral, con la música de "basada en hechos reales" pero que será facilmente olvidable.
Una digna elección para este puente si eres de esa rara especie que no ve a pocoyo, los gormitis y puede disfrutar de un cine sin adolescentes y con algo de miga adulta.
Un saludo.
