Tras la grosera pero impactante segunda parte de esta trilogía la posibilidad de una recopilación aún mayor de chistes soeces y personajes llenos de clichés sexuales y raciales parecía inminente.
Por suerte no ha sido así.
Esta tercera parte deja a un lado el humor "Torrente" de la segunda aunque conserva algo de este humor tan habitual de Bay. Se centra sobre todo en lo que es el punto fuerte de la franquicia, robots gigantes golpeandose a muerte. Esta es su gran baza y su mayor punto débil, cuando muestra la guerra es magnífica y completamente demoledora.
Michael Bay es un auténtico enamorado del ejército USA y además el sentimiento es mutuo. En sus películas aparece lo mejor del ejército, los mejores aviones y el equipo más moderno. Además es un gran director de acción y saca un partido excelente de esa habilidad.
Por ello la segunda mitad de la película es un carrusel de disparos, explosiones y escenas emocionantes. Si tenemos en cuenta que es a nivel técnico el mejor del mundo con permiso de James Cameron el espectáculo es apabullante. Creo que esta película, junto con sus anteriores, es un ejemplo perfecto de lo que puede conseguirse a nivel técnico.
Esto es la segunda mitad de la película.
La primera mitad es otra cosa, no contiene un hilo argumental claro, no entendemos como es posible que los autobots no se enteren de nada cuando llevan años observando nuestro mundo.
Se demuestra que Bay es incapaz de dirigir actores "reales" y sus personajes son una sucesión de estereotipos a cada cual más lamentable. Convierte a las mujeres en anuncios andantes y lo mismo daría que fuesen mudas. El único personaje femenino con algo de diálogo es caprichoso, infantil e imbécil.
John Malcovich aparece, pone dos muecas y desaparece con el cheque en el bolsillo. John Turturro que es un actorazo, lo mismo.
Se suceden los cortes narrativos y visuales, no se llega a conectar con ningún protagonista y aparecen como más reales los propios robots.
Es un auténtico ejemplo de dirección con falta de miras y capacidad. Hay capítulos del equipo A mejor dirigidos.
Pero claro después de 70 minutos espantosos estalla la guerra...y se nos olvida el mal trago.
Recomendable para cerrar el círculo y para darnos cuenta de que hoy por hoy la única barrera a la hora de mostrar algo en el cine es el dinero y el talento.
De lo primero a Bay le sobra todo, del talento pues depende de como se mire.
Un saludo.
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