miércoles, 23 de septiembre de 2009

Cine: Teniente Corrupto (1992)

Teniente corrupto es una película que Abel Ferrara dirigió allá por el 92. La razón de que esté en estas líneas es que acabo de verla porque me he enterado de que se está realizando una nueva versión protagonizada por ese saco de ticks y pelucas que es Nicolas Cage.

La película tiene una sinopsis bastante simple, un policía de pésima reputación intenta resolver la violación de una joven monja a la vez que lucha por pagar sus deudas de juego.

Pero la simplicidad acaba en la sinopsis.

Harvey Keitel es el teniente y con su actuación describe una doble espiral de degradación y redención casi imposible. La película está plagada de escenas tan bizarras y extremas que difícilmente se puede visionar con sangre fría.

Se suceden violaciones, estados de profunda inmersión en las drogas y abusos de todo tipo por parte del protagonista. A la vez el policía siente como cierto sentido de lo trascendente se va asentando en su alma completamente degenerada, lo que le atormenta aún más.

La combinación de escenas de trance narcótico y dudas existenciales las borda un actor que nunca sabré si actúa o esta en realidad completamente colocado.

Además resalta como un ser tan perdido sicológicamente pasa como completamente normal dentro de la sociedad en la que vive, al estilo de American Psycho pero sin el glamour. La imagen de una Nueva York purgatorio es utilizada al máximo con escenarios llenos de gente miserable y lugares llenos de basura. La prostitución y el uso de heroína, cocaína y alcohol en casi la totalidad del metraje favorecen los diálogos intrascendentes que se combinan con la desesperada lucha del protagonista que lucha por defender la poca pureza que queda en su alma. Porque a pesar de todo se vislumbra la dificultad de mantenerse a flote en una ciudad completamente corrompida. El crimen, la violación de una joven monja simboliza la última traición a la bondad, a lo bueno que se niega a ser ahogado entre un mundo de basura moral y decadencia física. Y en esa situación llega el teniente, tan corrupto y perdido como la ciudad pero que se siente sacudido por la situación. No es una película simple, no hay una transformación inmediata. El cambio es sutil y se desarrolla a lo largo de la película como algo que sorprende y atormenta al protagonista.

Pero la redención está muy lejos y el camino no es fácil, ni siquiera deseado.

Una gran película pero difícil de ver como pocas. Exige un visionado tranquilo y con la voluntad de ver más allá de la crudeza de sus escenas, como hay algo más que vileza en su protagonista.

Como comentaba al principio, se prepara una adaptación con Nicolas Cage pero que nadie espere algo parecido a este monstruo de horror nihilista, no estamos en los 90, no es posible retratar algo así hoy en día.

Este es su avance (el antiguo):

Un saludo y que aproveche.

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