domingo, 19 de julio de 2009

Cuando queríamos alcanzar las estrellas.

Hubo un tiempo en que los hombres no hablaban de fútbol, ni de quien ganaría un concurso u otro.

Un tiempo en que la sociedad entera mantenía la ilusión en un logro común.

Entonces queríamos llegar a las estrellas.

Ese espíritu no ha muerto, pero permanece enterrado porque ya nadie cree que sea posible.

Somos descreídos y mezquinos, negamos hasta lo evidente porque así justificamos nuestra mediocridad.

Pero ya basta, hoy hace 40 años que la humanidad, tu, yo y todos aquellos que han nacido y muerto en este mundo conquistamos las estrellas.

Salimos de casa en un viaje tímido, solo unos pocos pasos hacia la oscuridad, casi sin soltar el quicio de la puerta. Estiramos el brazo, nos daba miedo perder pie.
Contuvimos la respiración. Y en un instante liberador nos soltamos, vacilamos y casi caímos.
Pero no. Un paso más decidido y ya estábamos donde nadie había estado antes. Donde debíamos estar.
Millones de personas siguieron la retransmisión y aguantaron los nervios.
Pero creíamos, y como en Peter Pan, el milagro ocurrió.

La humanidad había salido de casa para ocupar su verdadero lugar.

Pero el tiempo pasó, volvimos y olvidamos lo que era esa sensación, nos refugiamos en nuestras pequeñas aventuras, las montañas, los mares explorados mil veces. Vistos en color y digitalizados hasta el último detalle para disfrutarlos desde el sillón de nuestra auto impuesta cárcel.
Y como seres libres terminamos mordiendo al resto de los encerrados porque el ser libre no puede estar cautivo sin perder la razón.

Creamos reglas y muletas tecnológicas para sentirnos a gusto en esta pequeña mota.

Pero aún sabemos lo que hay fuera, porque la sal del mar que nunca recorriste siempre es la mas dulce.

Algunos de nosotros, intentaron hacernos recordar que si bien debemos amar este hogar, no es sino nuestra cuna.

Que triste sería pensar el pasar una vida sin conocer nada más que los tristes barrotes de una minúscula y amada prisión.

Mil millones de vidas llevamos aquí y sólo hemos gateado hasta la puerta, ¿como será el mundo más allá? Libros, música, luz, mar, cielo infinito, amor, todo ello a unos pocos pasos más.

Se que llegaremos


Felicidades a todos, por fin estamos en nuestro hogar.

1 comentarios:

Esther dijo...

He leído el artículo, he visto el enlace a Youtube, (casi lloro por lo bonito y por el mensaje) y he vuelto a leer el artículo, ahí mi pobre mente atrasada es cuando lo ha entendido.
Muy bonito sí señor, gracias.

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