El Sistema Solar, nuestro patio de vecinos en el universo, ha sufrido distintas interpretaciones a lo largo de la historia. Un griego diría (si no era Aristarco) que era un conjunto de esferas, con la tierra en su centro, el sol y la luna en una esfera mayor y más allá un velo negro que sujetaba las estrellas.
Hasta el 2006 un colegial aplicado diría que el Sol es el centro y a su alrededor giran los nueve planetas, Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
Si los profesores son los aplicados, la definición actual dista algo de esa que me enseñaron.
La definición de planeta ha sido objeto de discusión hasta el mencionado año.
Hoy por hoy los planetas son los siguientes, Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. ¿ Y el pobre Plutón?
Cuando fue descubierto, en 1930, ya existió cierta controversia, pero el tamaño y la clara forma esférica decantaron la balanza a su favor. Tras nuevas mediciones, que le otorgaron un tamaño sensiblemente inferior y el descubrimiento de Caronte, su satélite (1978) y posteriormente dos cuerpos menores orbitando este sistema, Hidra y Nix (2005), terminaron por degradar a planetoide.
En el 2006, el 24 de agosto, la Unión Astronómica Internacional acordó una definición para "planeta":
Planeta es el cuerpo celeste que:
1)Tiene suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuma una forma en equilibrio hidrostático (lo que les da forma esférica).
2)Ha limpiado la vecindad de su órbita de planetesimales. (cuerpos pre planetarios, polvo y restos como rocas y hielo)
De esta forma nos quedamos, como decíamos con Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Además aparece una categoría nueva, los planetas enanos: Ceres, Plutón, Haumea, Makemake y Eris
Con nuestra pequeña "hoja de ruta" partimos. El Sol ilumina las suaves líneas de nuestra nave. Como salimos de casa, no pasaremos por Mercurio ni Venus pues nuestro hogar es el tercer planeta y único con vida. La Tierra.
Tras planear sobre la roja superficie de Marte entraremos en el cinturón de asteroides, no es la dramática nube de restos que esperábamos, la densidad de material es tan pequeña que es fácil atravesarlo sin ver ninguno. Pero nos detendremos un momento ante un cuerpo curioso, Ceres el primer planetoide.
Llegamos a los monumentos del Sistema Solar, Júpiter con sus anillos, descubiertos en 1979 gracias a la voyager 1. Es el mayor de los planetas de nuestro sistema. Tras él, otro coloso de anillos mucho más famosos, Saturno. Entre ambos suman 2000 veces el tamaño de nuestro pequeño mundo. A pesar de ello son excepcionalmente "ligeros" hasta el punto de que Saturno flotaría si se le pudiese echar a un estanque.
Tras los gigantes gaseosos llegan los gigantes helados, Urano con su anillo azul, de gran belleza y el último planeta, Neptuno observado por Galileo en 1611, pero el gran Galileo se equivocó esta vez tomándolo por una estrella. En 1846 fue redescubierto, esta vez con constancia de su naturaleza. También posee anillos y manchas como Júpiter. Esta vez confirmadas por otra Voyager, la número 2.
Pero en nuestro viaje podemos encontrar más, trás Plutón nos adentramos en el Cinturón de Kuiper una esfera de polvo y rocas que alcanzan tamaños de hasta 1000 Km de diámetro. Este "cinturón" es mas una "colcha" pues envuelve el sistema Solar al completo.
Quaoar, su miembro de mayor tamaño, después de Plutón, tiene 1280 Km de diámetro y un "año" de 286 años terrestres. La distancia al Sol es de 43,37 UA (Unidades Astronómicas). Para hacernos una idea de donde estamos ahora pensad que una UA es la distancia desde el Sol hasta la Tierra, es decir está a 43,37 veces esa distancia del Sol. Una UA es igual a 149.597.870 km. Eso es bastante lejos. Ya no estamos en Kansas. Pero no estaríamos solos, las sondas Voyager nos acompañarían en nuestro viaje. Lanzadas hace 40 años aún funcionan son nuestras embajadoras de un pequeño punto azul de desesperada inteligencia y duro equilibrio entre pasiones y sabiduría, nuestro frágil, azul, hogar.
Pero no hemos acabado, si pudiésemos avanzar un poco más, hasta las 67 UA, llegaríamos a una región donde ningún instrumento humano ha llegado jamás, el Disco Disperso. Aunque posee zonas comunes con el Cinturón de Kuiper, ambos se solapan, su diámetro mayor es sensiblemente superior. En este Disco se encuentra Eris, el más lejano de los planetas enanos (¿una posible parada antes de alcanzar las estrellas?.
Todo está oscuro, el Sol es apenas una esfera diminuta, algo más brillante que el resto. Hace frío (-250 ºC)y hace mucho que partimos ya. Es fácil perderse aquí.
Estamos en la Nube de Ort, 5000 UA hemos recorrido para llegar a un lugar mágico. Donde nacen los cometas. En esta basta región se encuentra gran cantidad de objetos, polvo y hielo. Algunos conocidos, como Sedna, que es el objeto más remoto conocido de el Sistema Solar. Posee un “año” de 10.500 años terrestres.
Aunque atravesamos una gran zona del espacio no debemos olvidar que su existencia es aún teórica. Aunque Sedna está demostrada por la observación.
Más allá solo estrellas esperando darnos algún día la bienvenida. Un “hola, hace tiempo que esperamos”.
La banda sonora de este viaje, pinchando en la imagen.
Y aunque ya lo coloqué antes este video de Carl Sagan merece estar de nuevo:
Un saludo y que aproveche.
PD, Había perdido un planeta, pero una amiga me lo regaló. Gracias.
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