No puedo resistirme a un sentimiento de simpatía hacia Sylvester Stallone, siempre fue la parte "tonta" de ese binomio ochentero del cine puro macho que era Stallone-Schwarzenegger.
Pero sin embargo mientras el listo derivó hacia la política el tonto ha, poco a poco, reconocido su naturaleza dentro del mundo cinematográfico. Sobreviviendo a esos héroes de acción hijos bastardos de Matrix que no saben dar un guantazo sin botar contra el techo ajustándose las gafas de sol y poniendo cara de palo.
Rambo no salta, no sabe esquivar y nunca lleva gafas de sol, el te mira y como en el ojo de la bruja sólo ves tu propia muerte en sus ojos.
Tras muchos años sus personajes de siempre, Rambo y Rocky han vuelto convertidos en ancianos llenos de vulnerabilidad, recluidos donde se sienten seguros, huyendo de unas vidas violentas que amenazaban por destruirlos.
Pero el mundo no se olvidó de ellos y regresa pidiendo más de alguien que no quiere saber nada de esta actualidad llena de videojuegos y estúpidas buenas intenciones.
Como todo héroe de leyenda vuelven cargados de viejos valores y férreas convicciones dispuestos a luchar hasta el final y perder, si es el caso.
Tras el gran final de Rambo 4 creíamos que el circulo se había cerrado pero al parecer Stallone quiere retomar su personaje de nuevo. Pero ya no es una jungla donde si no matas mueres, donde nadie te busca, ahora está en casa y este mundo moderno no quiere guerreros maniqueos, solo un infinito desierto de tonos grises.
Un saludo y que aproveche.
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