Conseguir esto en una sucesión de siete películas, esta es la octava, es una auténtica novedad.
Dicho esto, quizás la mayor debilidad de esta última aventura es que no és la última aventura sino sólo la mitad de esa aventura.
Tras el cuidadoso estudio de personajes que fue la primera parte quedaba sólo el choque final. Ese choque conforma el núcleo de esta película. Tras la tensión acumulada y el ambiente deprimente llega la liberación final.
En esta película la gente buena del mundo mágico estalla indignada en contra de Voldemort. Porfín descubrimos las formidables fuerzas que protegen Hogwarts y como las buenas gentes se enfrentan al mal.
Por desgracia este enfrentamiento final exige mucho del espectador, a pesar de la espectacular batalla final es necesaria cierta implicación emocional para sentir la verdad de este enfrentamiento, es una auténtica guerra y como tal no todos los que la empiezan llegaran al final. Y nadie acabará indemne.
Esto es tambien lo mejor de esta película, no se regodea en la épica sino que muestra lo destrozada que queda esa sociedad mágica tras una terrible guerra civil.
Es más parecida a la excelente Hermanos de sangre que a cualquier película bélica que exalte la guerra.
Una gran película que no defraudará a los enamorados del mundo mágico, con la calidad y las interpretaciones para gustar tambien al espectador ocasional.
Aunque sin duda esta especialmente dirigida para los fans de Potter algo que tras siete películas es de agradecer.
Un saludo.
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