Al límite es la vuelta al cine de un actor diestro y a menudo encajado en papeles de "duro". a pesar de que se ha desenvuelto más que bien en papeles cómicos, como el psicólogo del Detective Cantante. Con gran capacidad para imprimir dramatismo a sus papeles más cercanos al género de acción, Arma Letal, una excelente habilidad para expresar a través de la mirada y cierto aire de buen hombre de férreos ideales, Señales, es desde luego una buena noticia la vuelta de Mel Gibson como protagonista al cine.
La trama, aunque algo atropellada se va desvelando a buen ritmo desde el impactante inicio hasta el ¿previsible? final. A pesar de ello no da la impresión de fragilidad que a menudo va unida a este tipo de películas de hombre bueno enfrentado a poderosos enemigos, obligado por la venganza a llegar hasta el final. Por otro lado el origen de la historia, una miniserie de seis capítulos, obligaba a cierta compresión de la trama lo que da como resultado cierta aceleración de los acontecimientos además de una necesaria eliminación de subtramas, una simplificación de la historia...de una historia nada simple. La muerte de su hija inicia la investigación/venganza de un policía de Boston poco brillante pero de moral inquebrantable que en su camino sin retorno encontrará a personajes carismáticos e impagables, en especial el del genial Ray Winstone que da vida a un personaje algo desdibujado pero que absorbe la atención cada vez que aparece.
Por otro lado Martin Campbell (Casino Royale, El Zorro), dirige con precisión todo el artificio consiguiendo que cada pieza encaje durante toda la película sin recurrir a hallazgos afortunados ni momentos de suerte que hagan avanzar la acción. Es una investigación sólida que se desarrolla poco a poco con precisión de relojero, no a golpe de pistola. Completa Danny Huston que en su papel de villano da el pego completando la tercera base de la trama. Con tan buenos mimbres un artesano como Campbell consigue urdir la estructura que tan bien consiguen adornar los actores. Artesano es una palabra que intenta definir a un director que huye del efectismo en favor de una trama que tiene peso, es firme y manipula las habilidades de sus actores para que den lo mejor de si mismos. Por desgracia la película no consigue emocionar, pierde algo de brillo a lo largo del metraje al ser una historia demasiado parecida a otras ya vistas y al centrarse demasiado en mostrar a los personajes secundarios algo difusos en favor de un protagonista perfilado al máximo.
Aún así estos son defectos menores, no hacen que la película sea mala. Solo impiden que una buena película sea una película para recordar.
Al final es una gran película que se ve de maravilla y que deja un buen sabor de boca pero que nadie recordará dentro de un año.
Un saludo.
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