domingo, 23 de agosto de 2009

Cine: Enemigos públicos. (crítica)

Michael Mann dirige esta película y se nota. La afición de este hombre por el crimen se refleja en toda su filmagrafía, Heat, Miami Vice, Colateral, o Ladrón.

Además sus películas tienden a ser desapasionadas, convirtiendo a sus protagonistas en profesionales serios que demuestran que lo son en sus trabajos, pero de vidas casi insulsas cuando no clara mente fracasados a nivel personal.
Mann es capaz de hacernos sentir ternura por hombres crueles y sus perseguidores mediante cierta introspección que enfrenta el personaje público de éxito (como policía o criminal) con el desastroso ser humano (a menudo solitario o divorciado mil veces).
No es así en esta película.

Se nos muestra a John Dillinger (Johnny Depp) como un hombre bastante apasionado en su vida personal pero determinado y cruel como líder de una banda de asaltantes de bancos.
Desafiante y curioso es capaz de huir de una cárcel con una pistola de madera o entrar en una comisaria del FBI para indagar sobre sus enemigos.

Pero no sabemos nada de el, apenas unas pinceladas de su relación con su novia y aún menos de como actúa con los miembros de su banda.

Melvin Purvis (Christian Bale) es el agente del FBI encargado de cazarle, no es una investigación técnica. Purvis no quiere capturarlo vivo o al menos no demuestra que halla diferencia entre vivo o muerto. Como Dillinger es un hombre de acción pero nada más sabremos sobre el en la película. En este caso lo único claro es que es mucho más eficiente que el resto de sus hombres.

En esa busqueda de la falta emocional Mann consigue frialdad, al final me daba igual quien muere o vive y ni siquiera esa breve chispa de búsqueda de la libertad que representa a Dillinger como un espíritu libre y ¿romántico? llega a prender.

Por otro lado el punto fuerte de Mann es la acción y en eso es uno de los mejores, el pulso con el que rueda los tiroteos es fabuloso. Desde Sam Pekimpah (con el que comparte muchas similitudes) no hay un mejor director para este tipo de películas.
Quizás Mann ya lo sabe y suele elegir personajes que viven dentro del crimen como una profesión más. En cualquier ámbito ocurre lo mismo. si eres el mejor abogado es porque trabajas 15 horas diarias y eso no deja hueco a nada más, es probable que no tengas fotos y tu apartamento sea frió y funcional no hay recuerdos de tu otra vida porque no existe nada más.

Pues lo mismo pasa aquí, no hay nada más que escenas de acción para purvis que sólo tiene unos pocos minutos de diálogo. Pero si no consigues humanizar al cazador entonces lo que consigues es convertirlo en el coyote y a su presa en un correcaminos muy sofisticado pero que no se entiende sin su némesis.

El problema es que el correcaminos tampoco parece muy interesante.

En general la película me ha parecido larga y sin una razón clara para ser contada.
Es más interesante el planteamiento que el desarrollo y eso no es una película, es un anuncio.

¿Es una mala película? No rotundo. ¿Es una buena película? No, pero es una película que sin tener ningún detalle atroz, posee momentos de calidad pero sin alma. Te deja frío pero no te indigna, es que Mann no ha sabido darle ninguna razón para ser amada.

Para mi lo mejor es Stephen Lang, el ranger de Tejas que mata a Dillinger, excelente actor y grandiosa elección de reparto.

Por cierto, este es Dillinger a los 31 años, cuando murió.

Tiene para mi mucha más personalidad que Johnny Depp (que yo creo no es mal actor, pero lo que sé es que es un gran elector de papeles) lo cual significa una cosa: mala elección de actor o mal guión.

0 comentarios:

Publicar un comentario