Valor de ley es la película número 17 en la filmografía de Joel y Ethan Coen. Ambos hermanos se han especializado en un estilo visual elegante y unos guiones excelentes donde narran historias a menudo truculentas donde el peso de los personajes es importantísimo. Personajes algo inusuales pero siempre memorables como la sheriff embarazada de Fargo, el sicópata de No es país para viejos, un guionista metafísico en Barton Fink y el mafioso sentimental de Muerte entre las flores. Todo un conjunto de grandes referentes.
Siendo ese el sello de la casa no es raro que sus películas lleguen siempre con cierta espectación y además están consiguiendo que siendo tan personales además consiguen sintonía con el gran público y año tras año se suman más seguidores a su obra.
Valor de ley es su primera reinterpretación de una película ya existente, el valor de ley original era una pequeña pero entrañable película del legendario John Wayne dirigida por el no menos importante Henry Hathaway. Ambas películas están basadas en la misma novela homónima de Charles Portis, además ambas son muy similares con diálogos calcados.
Siedo así, ¿merece la pena ver esta nueva versión?
Pues si, rotundamente. Es la misma película con muy ligeros cambios sobre todo en la última media hora. Cambios que mejoran el tono de pérdida que tiñe todo el film. Los personajes consiguen ser casi iconos gracias al mimo con que se perfilan sus frases y a la extraordinaria dirección de actores de los Coen. Además contar con Matt Damon y el inmenso Jeff Bridges es un autentico lujo.
La película es un autentico homenaje al western, se recrea en los vastos territorios montañosos, la leyenda de los tipos duros, los valores caducos, los hombres y mujeres firmes, los tipos pintorescos y el mundo salvaje se recrean con mimo. Un mundo que al desaparecer se vuelve más crudo, menos mágico y donde las viejas leyendas se cubren de polvo.
Allí llega una niña de determinación acerada que arrastra a fuerza de orgullo a los personajes y les devuelve a lo que siempre fueron, leyendas de otros tiempos.
Algo que también ocurre con este género, el western vive sus peores momentos pero gracias a esta película, que es un gran película, puede ser que un genero algo olvidado por el efectismo y la alta tecnología recupere algo de su época dorada. Los hermanos Coen recuperan la forma de rodar de otros tiempos, calmada y cuidadosa con los detalles sin prisas ni movimientos bruscos.
Esto no es un videoclip, es una Película con mayúsculas porque cuando el cine se hace bien vuelve a ser lo que siempre debió se, el séptimo Arte.
Un saludo.
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