viernes, 14 de mayo de 2010

Cine: Robin Hood, Ridley Scott. (Comentario)

Muy a menudo comento películas en este blog. Casi siempre dejo pasar cierto tiempo entre el visionado y el comentario para que se pose un poco lo visto. Dejas atrás lo más efectista y te vas quedando con lo mejor y lo peor que te ha quedado una vez pasado el efecto "deslumbramiento" que al que escribe le suele suceder cuando va al cine.
Voy a hacer una excepción. Y como diría Aute, intentaré ser más directo en el lenguaje, en esta ocasión.
La película es mala.
No es que me parezca mala, es que lo es.
Vamos por partes; Si quieres hacer una película de Robin Hood no mezclas todo lo que le suene al público y luego lo colocas según el orden que te place. Entonces no harás Robin Hood, harás una película de arqueros ingleses.
La película te coloca en la piel del hijo de un cantero que se hace pasar por noble y termina suplantando al tal Robin. El conjunto de casualidades que le llevan a esta situación es completamente inverosímil. Además los malos son de chiste, un rey Juan que resulta una mezcla del niño de solo en casa y el rey de Los Tudor. Además existe durante toda la película la amenaza de un desembarco francés precedido por un desembarco de 200 caballeros para sembrar el caos.
¿Porque no desembarcan todos la primera vez?
Lady Marian, una curranta en toda regla resulta ser una mujer avanzada a su tiempo. Sabe cultivar la tierra, cabalgar y combatir con armadura.
Aparecen unos niños ninja que roban por doquier y condenan al pueblo a la muerte y la hambruna. Pero Marian los aprecia porque son niños.
El rey carece de cualquier atisbo de carisma pero todos confían en el.
La música parece de los cuarenta principales. El guión es infantil en su planteamiento y desarrollo. La fotografía carece de belleza y cuenta con numerosas escenas rodadas con el estilo de cámara al hombro pero de una manera tan acelerada que marea más que muestra.
Max von Sidow interpreta al padre ciego de Robert pero en vez de ser un punto carismático se convierte casi en un alivio cómico.
Ni siquiera Russell Crowe consigue algo más aparte de pasear por la película con pinta de "como molo".
En resumen la película resulta como poco fría, con una historia tan enrevesada que es difícil de creer y que no permite empatizar con nadie. Personajes tópicos y un nivel de corrección política absurdo donde no hay mucho de nada, ni sangre, ni violencia, ni muertes.
Existe la cuota de mujeres liberadas y niños cargantes y los malos no son excesivamente crueles.
Incluso tiene su cuota de plagios con un desembarco estilo "salvar al soldado Ryan".
Lo único bueno de la película son los títulos de crédito finales, que resultan excelentes.
Si quieren ver una buena película de ambiente medieval alquilad o comprad Brave Hearth que es infinitamente mejor y cumple con unas buenas actuaciones y una dirección que debería hacer pensar a este director que ya no es el mismo que dirigió Gladiator o Blade Runner.
Un saludo.

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